Todo comenzó, una tarde en la montaña y una idea original con lo que estaba a la mano; ají y un árbol de frutas exóticas.
Philip e Imelda Baker decidieron formar una empresa, con el fin de producir salsas picantes para exportación, basándose en la combinación de sabores picantes y de frutas tropicales.
Y así nació el ají de Maracuyá, a lo largo de sus trayectoria ha ganado 5 premios internacionales, ha sido ampliamente reconocido a nivel mundial.
El portafolio de productos se ha extendido con productos selectos; ajís, encurtidos, salsas, dips, aderezos, mermeladas y snacks están dentro de los más importantes.